La preview
Normalmente, un amante de las emociones fuertes siempre tiene en el punto de mira a la mastodóntica Stunt Fall. Nada más que por sus 3 gigantescas inversiones, sus números desorbitales y la sensación de riddear una montaña rusa hacia delante, y luego hacia atrás, hace que a cualquiera se le caiga la baba.
Stunt Fall se puede observar desde prácticamente todos los puntos del parque.
Pues bien, ese amor platónico que sientes al ver sus fotos por internet, y al ver el onride, se multiplica al llegar al parking de Parque Warner. Aparcas el coche y ahí está, con sus colores azul y naranja, esperándote dentro del parque a que la pruebes y la coloques en uno de los puntos altos de tu lista de coasters favoritas a nivel nacional.
Espectacular, pero sosa en decoración
Es la tristeza de Stunt Fall. Un símbolo del parque, con las dimensiones que tiene y el lugar en el que se encuentra, tiene mucho que envidiar a Batman: La Fuga. No como coaster, sino por su decoración. Prácticamente, las colas de Stunt Fall no tienen nada más que vallas y más vallas. Lo único parecido a theming en la zona de la coaster (excluyendo a Oso Yogui) son un par de coches medio tirados bajo el Cobra Roll y un cartel explicando la peli de Stunt Fall.
Cuando estás bajo la estructura, sientes que vas a disfrutar de lo mismo.
A parte de la tematización, ver unos raíles que sobrepasan los 50 metros de altura sobre tu cabeza, 3 inversiones brutales made-in Vekoma y los 2 lifts verticales. Si a todo esto le sumas el aliciente de que la coaster es invertida...
Cámaras... ¡Y acción!
Subida al primer lift de espaldas, caída, cobra roll, looping, subida al segundo lift y recorrido de espaldas. Simplemente, brutal. La coaster es intensa, rápida y emocionante. Un poco brusca, pero todos sabemos cómo con las Vekoma.
Pues esto es todo lo que mis conocimientos del tema dan de sí. Espero que seáis tan intrépidos como yo y la probéis, es una experiencia única. Nada más, hasta la próxima entrada de RubikCoasters!
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